Mientras leéis quien es el héroe de la historia (para mí claro)…sería preferible que lo hicieses con esta obra de arte, de Chopin…Berceuse op.57.
Con disonancias a la manera francesa, lejos de ese cliché de Chopin afeminado.
Lo dicho…una obra de arte.
Sin duda el héroe de esta historia inventada es Aristóteles.
A la medida del hombre magnánimo. Del temperado. Del que se encuentra en la mitad de las cosas. El hombre magnánimo que equilibra esto de la virtud y el vicio.
Repito, en esta historia, Kant cede abochornado porque su temperamento se impone a su parte racional.
Aún cuando muchos penséis que las buenas intenciones son lo que cuentan (no creáis que estáis solos en este pensamiento...Sócrates, el mismo Kant, los cristianos...las buenas intenciones son lo que cuentan...aunque no se llegue a el fin, o meta...en este caso...llegar a llevar al niño a la orilla)
El héroe, es un hombre virtuoso que tiene que tener la fuerza necesaria para no atropellarse, pensar, quebrar una rama, lanzar con fuerza ésta...el héroe es un hombre virtuoso que es excelente en todo lo que hace.
La buena intención no le basta a Aristóteles...ni a mí...pero ya sabéis, todo es opinable en esto de la Ética...un dilema con carácter...un ethos...dos cuernos...los cuernos del dilema.
Me suelo irritar con la gente que sólo pretende agradar, con una buena intención fatua o vacía.
Como veréis...de la rama, o de Rousseau...mejor no hablar....por ahora claro.
EL GANADOR |
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